TENIS PARA CIEGOS: OTRA ALTERNATIVA DEPORTIVA PARA LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD VISUAL

(Foto: Asociación Argentina de Tenis para Ciegos)

Historia del tenis para ciegos y disminuidos visuales en Argentina.

En el año 2011 saliendo de la academia de tenis que dirige, Eduardo Natalio Mario Raffetto, en el Centro de Desarrollo del Tenis, se le acercó una mujer con dos niñas ciegas que iban de su mano y le preguntó si podían hacer tenis. A esta pregunta en un primer momento respondió con un ‘no sé’, a raíz de esto comenzó a trabajar en construir un ‘sí saber’.

Con 30 años de experiencia en el tenis, Eduardo comenzó a investigar y a capacitarse con maestros japoneses, precursores del deporte en su país e involucrados en la promoción de la actividad a nivel mundial. La Sra. Ayako Matsui, hoy asesora internacional de la Asociación Argentina de Tenis para Ciegos, les brindó su apoyo desde el comienzo presentándolos luego de un arduo trabajo de formación como representantes del Tenis para Ciegos de Argentina frente al mundo con el aval de la Federación Japonesa de Tenis para Ciegos (JBTF). Si bien el precursor japonés del Tenis para Ciegos, Miyoshi Takei, hoy no está entre nosotros, aquí en Argentina se comprometieron a difundir su legado creando este primer programa a nivel nacional y sudamericano".

(Foto: http://www.losandes.com.ar/)

Hoy son un equipo interdisciplinario con amplia trayectoria y experiencia que trabaja fuertemente con dos objetivos fundamentales: el propiamente deportivo y el psico-social, haciendo que cada uno de los que forman parte de este inmenso y maravilloso trabajo se sientan protagonistas de un mundo distinto, enseñando y aprendiendo desde lugares móviles, compartiendo la vida que les es dada a todos por igual, y vivenciando que la diferencia tiene que ver con una posición y en tal caso un punto de vista, pero no con una condición.

Son precursores de este deporte en la Argentina y en Sudamérica y estan muy comprometidos en la tarea de formación, capacitación y difusión del Tenis para Ciegos y Disminuidos Visuales en Argentina y en el mundo.

Fundamentos:

Los fundamentos de este programa son garantizar el acceso a recursos y oportunidades para el desarrollo personal, la integración en lo grupal de todas aquellas personas ciegas o con alguna disminución visual que se acerquen a practicar tenis.

Entienden la enseñanza de este deporte de un modo integral; que en su aspecto formativo y recreativo permite generar espacios de aprendizaje, integración y disfrute social, promoviendo de este modo una vivencia vinculada a la salud mental.

Proponen un trabajo articulador de diversos escenarios: el deportivo, el recreativo, el académico y el social generando permanentes entrecruzamientos; un trabajo que habilita intercambio y crecimiento posibilitado por el contacto con otros. Entienden que el tenis para ciegos y personas con disminución visual es un deporte ofrecido al aprendizaje y que se constituye en un vehículo por excelencia de inclusión social: la invitación es a jugar, a participar y a disfrutar con otros intercambiando experiencias y creando en el día a día la propia vivencia del juego con otros. Esta vivencia es una experiencia creadora de lazo social, en el que cada uno se vuelve protagonista en la construcción de su propia identidad y de la identidad grupal.

Es un programa abierto a la comunidad, dirigido especialmente a todas aquellas personas ciegas y disminuidas visuales con ganas de vivir la experiencia de aprendizaje del tenis y de disfrutar de las posibilidades que ofrece este modo innovador de enseñanza.

(Foto: http://agendacultural.buenosaires.gob.ar/)

El deporte: Esta nueva disciplina no es muy diferente al tenis regular, con la diferencia de que la parte visual está reemplazada por lo auditivo. El jugador de tenis adaptado debe escuchar por dónde va la pelota y golpearla con una raqueta para pasarla al otro lado del terreno, que se encuentra divivido por una red de 80 centímetros de alto. Los partidos se juegan a tres sets, tienen tie break corto y el saque puede ser de arriba o de abajo. Hasta ahí, todo muy parecido.

La pelota: está hecha de goma espuma, es más grande que la normal y contiene una de ping pong con municiones de plomo en su interior para crear la referencia espacial para el jugador. Es de color amarillo para las personas con ceguera total o de color negro para quienes sufren de algún grado de disminución en la vista.

La cancha: tiene las dimensiones de una de bádminton, es decir de 12,80 por 6,40 metros, con una red apenas más baja que la que usan los videntes. Las líneas perimetrales están marcadas con una soga de tres milímetros de espesor, adherida al piso por medio de una cinta, lo cual permite a los jugadores ubicarse por medio del tacto con la raqueta o con los pies.

Categorías: son tres: B1 para cegueras totales y la B2 y B3 para gente con distintos grados de disminución visual.

La actividad ya cuenta con un ente organizador: la Asociación Argentina de Tenis para Ciegos (AATC) que preside Eduardo Raffetto. Después de mucho tiempo de capacitación, el dirigente abrió la primera escuela de tenis para personas con dificultad visual de América latina. Y luego se expandió hacia Rosario y Bahía Blanca.