Una lucha punto a punto. El tenis en silla de ruedas se estrenó en los Juegos Paralímpicos en Barcelona 1992. Seis podios están en disputa en Rio 2016, en torneos masculinos, femeninos y mixtos – individuales y de a dos.
CÓMO EMPEZÓ TODO
Muchos historiadores apuntan al siglo XIII como la fecha probable de origen del tenis. Pero el deporte en el formato moderno solamente surgió después, ya a finales del siglo XIX, cuando un mayor del ejército inglés lo diseñó, patentó y comercializó en 1873.
Cerca de un siglo después, surgió en los Estados Unidos una versión del tenis en silla de ruedas. Después de sufrir una lesión en la columna en una competición de esquí acrobático, el atleta Brad Parks conoció a Jeff Minnenbraker, quien había comenzado a dar sus primeros raquetazos en silla de ruedas. Parks se entusiasmó y comenzó a promover con éxito el juego de tenis en silla de ruedas. En 1979, surgió el primer organismo regulador, en asociación con la Federación Americana de Tenis (USTA, en inglés). El deporte figuró en los Juegos Paralímpicos de Seúl 1988, solo como exhibición, y pasó a competir por medalla en los Juegos de Barcelona 1992. Desde entonces, forma parte de todas las ediciones de los Juegos Paralímpicos.
SOBRE LA COMPETICIÓN
Para participar es necesario ser diagnosticado con discapacidad locomotora. Si se verifican las limitaciones en una o más partes del cuerpo y se considera que la persona es incapaz de participar en las competiciones de tenis convencional, esta será apta para disputar los partidos en sillas de ruedas.
La principal diferencia entre el tenis Paralímpico y el Olímpico es la regla de los dos botes. A pesar de que las sillas tienen ruedas adaptadas, que ayudan en el movimiento, los atletas no tienen la misma capacidad para moverse. Por eso, deben regresar la pelota al otro lado de la cancha antes del tercer toque en el suelo.
Fuente: https://www.rio2016.com
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