Después de 28 años, la argentina vuelve a tener una representación paralímpica. Muchas de las chicas que integran la selección no habían nacido cuando se disputaron aquellos Juegos en Seúl, así que la historia puede ser una referencia, pero no un peso para el equipo que desde 2014 conduce Carlos Cardarelli.
“Cuando comenzamos con este proceso encontramos un gran déficit en lo técnico y lo táctico, de hecho en los inicios solo se concentraba una vez al mes y dos veces a la semana (cada jugadora en su lugar de origen); al encontrarnos con esta problemática decidimos que lo mejor sería intensificar los entrenamientos. Ellas pasaron a entrenar tres veces a la semana con sus clubes y llegamos a dos concentraciones de tres días por mes. Esto provocó un progreso muy importante”, explica el DT.
“Cuando comenzamos con este proceso encontramos un gran déficit en lo técnico y lo táctico, de hecho en los inicios solo se concentraba una vez al mes y dos veces a la semana (cada jugadora en su lugar de origen); al encontrarnos con esta problemática decidimos que lo mejor sería intensificar los entrenamientos. Ellas pasaron a entrenar tres veces a la semana con sus clubes y llegamos a dos concentraciones de tres días por mes. Esto provocó un progreso muy importante”, explica el DT.
El básquetbol en silla de ruedas es una de las disciplinas pioneras en la historia del deporte adaptado y, además del vital aporte del Enard y la Secretaría de Deporte, la selección recibió 12 sillas deportivas donadas por la empresa alemana Ottobock, pionera en la fabricación de elementos protésicos. “Así podremos estar a nivel de otras selecciones en el tema mecánico. También recibimos la ropa. Y agradecemos a Juan Cruz Zwiener, quien donó tres equipos de kinesiología, todo por gestión de la Federación Argentina de Básquetbol Adaptado”, agrega.
Esta selección se preparó poniendo énfasis en la parte táctica para poder imponer su estilo de juego, basado en la parte defensiva y algunas ofensivas, y también en lo físico, con un muy buen trabajo de pesas, complementado con una carga física basada en la potencia, velocidad y una carga anaeróbica importante; además del notable trabajo de la kinesióloga. La base es el equipo que logró el cuarto puesto en los Juegos Parapanamericanos Toronto 2015.
Este deporte se jugó en los primeros Juegos Paralímpicos Roma 1960, y es uno de los pocos que ha estado presente en todas las ediciones. Las mujeres comenzaron a competir a partir de los Juegos de Tel Aviv 1968. Hoy los grandes referentes son Alemania (campeonas olímpicas), Canadá (campeonas mundiales) y Estados Unidos. “Después están Holanda y Gran bretaña; en un segundo escalón, Francia, China, Brasil, Argentina y Argelia”, detalla Cardarelli. Británicas y brasileñas serán rivales en los Juegos.
-¿Cuáles son las fortalezas del equipo argentino?
-Esta selección entendió que la única forma de sostenerse y lograr grandes objetivos es en función de equipo y no en virtud de alguna jugadora. Obviamente, algunas se destacan, como la goleadora Fernanda Pallares, o Mariana Pérez por su garra; pero como ellas debería nombrar a todas porque cada una tiene una virtud distinta que las hace buenas en su función.
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