BALONCESTO SOBRE SILLA DE RUEDAS
Cómo empezó todo: Este deporte surgió en Estados Unidos, en 1946 cuando veteranos de la Segunda Guerra Mundial comenzaron a practicar una versión de baloncesto adaptada, con silla de ruedas. Entretanto, en Inglaterra, veteranos también utilizaban sillas de ruedas para jugar netball, una versión más antigua de la disciplina, en el Hospital de Rehabilitación de la Columna en Stoke Mandeville (Inglaterra), cuna del Movimiento Paralímpico.
El baloncesto en silla de ruedas cruzó el Atlántico a mediados de la década de 1950, con la participación de los estadounidenses en los Juegos de Stoke Mandeville, precursores de los Juegos Paralímpicos. El deporte se disputó en la primera edición del evento, en Roma 1960, y ha estado presente en todas las ediciones desde entonces.
Sobre la competición: El baloncesto en silla de ruedas sigue el modelo del baloncesto Olímpico en varios aspectos: las medidas de la cancha (28 m de largo por 15 m de ancho), la altura de la cesta (3,05 m) y el tiempo de juego (cuatro tiempos de 10 minutos) son iguales. Sin embargo, cada dos pulsos dados en la silla, el jugador debe botar, lanzar o pasar la pelota a un compañero. Para garantizar la igualdad entre los atletas, todas las sillas de ruedas tienen medidas máximas específicas. Antes del comienzo del partido, los árbitros verifican que el diámetro de las ruedas y la altura del asiento y del descanso para los pies estén dentro del reglamento. Se permiten cojines de hasta 10 cm de ancho, así como objetos y cinturones para asegurar al atleta a la silla de ruedas.
Fuente: www.río2016.com
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