Cuando era niño vivía en una casa humilde junto a mi hermano y mi madre. A los 9
meses de edad un casi invisible virus se introdujo en mi cuerpo, el mencionado
invasor se llama poliomielitis, más conocido como parálisis infantil o
"polio” como lo llamamos en la jerga. A causa de "polio" pasé mi
vida movilizándome en silla de ruedas al principio, luego con muletas y en la
actualidad nuevamente estoy en silla de ruedas.
El tema baño en casa estaba solucionado ya que mi
madre me desvestía, bañaba y volvía a vestir. Mis necesidades por ejemplo, la 1
si era de noche tenía el urinal (papagallo) y de día iba por mis propios medios. En el caso de la 2 ella
me ayudaba, por lo que en mi casa nunca existió el baño para discapacitados.
Cuando comencé a salir de
casa, ojo, a andar por el barrio nomas, si tenía ganas de ir al baño debía
volver a mi hogar. ¿Por que? 1º) si caminas con muletas, éstas sobre superficie
mojada se resbalan y allá fue a parar el rengo y da la casualidad que los baños
siempre tienen el piso mojado. 2º) si andas en silla de ruedas seguro que la
puerta es más angosta que tu silla o, que una pileta o el mismo inodoro que vos
necesitas usar te obstruyen el paso. Como ven en mi barrio tampoco existió el
baño para discapacitados.
La casa de tus amigos o
familiares, ¡te solucionan todo!, “no te hagas problema, yo te ayudo” “cuando
quieras ir al baño avísame que sacamos la puerta y listo” “anda al fondo, nadie
te va a ver”. En el entorno de tus seres queridos tampoco existen los baños
para discapacitados.
Y luego mis salidas se
fueron haciendo más alejadas y osadas, bailes, boliches, cines, lugares públicos y otros,
entrar al baño de los mismos era toda una travesía, primero: siempre están
alejados, segundo: además de estar los pisos mojados, están mugrosos y
hediondos, tercero: no falta el que te empuja sin querer, cuarto: terminas yendo
a un oscuro, contra una pared, un árbol, tras de un auto o lo que la
providencia divina te brinde en ese momento. En estos lugares tampoco existen
los baños para discapacitados.
Ya más grande comencé a
viajar, iba de una ciudad a otra, viajaba a otras provincias, viaje a muchos
lugares y a donde arribara el tema del baño era el mismo, en las estaciones de
servicio y las terminales de ómnibus los baños eran calcados a los del párrafo
anterior. Conclusión, en los viajes tampoco existen los baños para
discapacitados.
Los hoteles alojamiento,
francamente de terror, los baños parecen de casa de muñecas, súper comprimidos, ¡calculá si queres entrar con una silla de ruedas!. Tendrían que poner un cartel
en la entrada para nosotros "podes tener sexo, pero bañarte o más a casita
papá". En los hoteles y hospedajes igual que los albergues transitorios los baños
para discapacitados tampoco existen.
Cada vez que viajaba lo
hacía a dedo, en tren o en colectivo. En el tren con el movimiento del mismo y
los pisos super resbalosos (estén secos o mojados) era toda una odisea entrar con muletas y si iba en mi silla de ruedas imposible, el colectivo, salvo el piso que suelen tener una superficie con relieve, era exactamente
igual que el tren. En fin, en los medios de transporte los baños para
discapacitados no existen.-
Sé lo que están pensando, ¿que le pasa a este tipo? si ahora en la
actualidad en lugares públicos, canchas de fútbol, estaciones de servicio,
shopping, terminales de ómnibus y muchos lugares más hay baños para
discapacitados ¿Por qué dice que los baños para discapacitados no existen?
Yo les respondo, súbanse a
una silla de ruedas y vayan a uno de esos lugares e intenten ingresar. Si no están
con llave y el encargado de la misma que no es el encargado del baño (vaya a
saber porque razón), no está. Para llegar al mismo tenés que atravesar todo el
predio, cuando llegas te dicen que la llave la tiene el portero que o
casualidad nadie sabe dónde está. La
llave la tiene el señor tal, pero solo viene a la mañana. ¿La llave del baño de
discapacitados?, no, ni idea. Y así muchas respuestas similares más que no te
permiten acceder al baño.-
Cuando, ¡Aleluya hermano! Conseguiste
la llave, ah que alivio, introducís la misma por el ojo de la cerradura, abrís
la puerta y vas a entrar, te podés encontrar con dos cuadros: 1) Está tapado, sucio
(de varios días sin higienizar) o roto. 2) Hay paquetes de papel higiénico,
baldes, escobillón, ropa, bolsos, (si es un día de lluvia podés encontrar hasta paraguas), bidones de detergente o lavandina, etc, ¡no es un baño, es un
depósito!. Conclusión en los baños para discapacitados “LOS BAÑOS PARA DISCAPACITADOS NO
EXISTEN".
Queridos amigos, créanme, los baños para discapacitados ¡¡¡NO EXISTEN!!!
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