Personas preparando la merienda |
Más de diez merenderos reciben a cientos de niños en las tardes de Alta Gracia. Los pequeños salen de la escuela y asisten a estos espacios donde reciben una taza de leche, té o mate cocido con algún alimento. Van desde bebés de seis o siete meses con sus madres hasta niños de 14 ó 15 años. A veces, también se suman adultos.
Los merenderos municipales son seis y funcionan en los centros vecinales. Reciben entre 90 y 100 chicos. En los barrios, hay varios más, al menos siete. Algunos no sirven la merienda todas las tardes, otros no lo hacen cuando consiguen los recursos para ofrecerla.
"Tenemos entre 60 y 70 chicos. La copa de leche abre lunes, miércoles y viernes, a eso de las 18 18.30. A veces, juntamos plata y le damos de comer a los chicos, en la época de vacaciones, cuando no hay Paicor. Cuando podemos, armamos bolsones y se los damos a las familias. Hay muchos chicos de menos de dos años, madres con hijos, grandes", explica Ludmila Ochoa, del merendero Jesús Misericordioso, en barrio General Bustos. "Trabajan cinco o seis personas, mujeres del barrio que van a ayudar, hombres que van a cortar leña, hacemos el fuego a leña porque no tenemos para comprar una garrafa. Hace mucho teníamos un terreno grande que se iba a ir a remate, Barrios de Pie lo frena y empieza a edificar, teniamos un quincho y después conseguimos los materiales para armar el merendero. Lo fuimos levantado a pulmón, ahora hicimos una canchita para que los chicos jueguen. La idea es que se sume gente para dar clases de apoyo, fútbol, queremos contener a esos niños que a veces terminan hasta altas horas en la calle", agrega.
María Fernández es otra de las mujeres que ofrece su esfuerzo por los niños. Recibe entre 25 y 30 chicos por tarde, trabaja desde hace siete años en Barrio Parque del Virrey. "He llegado a tener 50 chicos, son muchos los que lo necesitan, hay muchas mujeres solas que llevan a sus hijos", cuenta.
En Villa Oviedo, Adriana Medina recibe a unas 100 personas. Ofrece la merienda los fines de semana y, cuando puede, martes y miércoles. "Ahora asisten 100 niños más o menos porque también le doy a unos niños discapacitados. También vienen grandes. En un principio tenía 40 niños. Hace seis meses que se duplicó la cantidad de gente. Había chicos que no tenían la leche a la salida del colegio. Hay varios niños que sino se quedan sin merienda. Mi gran satisfacción es que los chicos disfruten de una taza de leche calentita", expresa Adriana.
Una campaña que suma
Desde hace algunos años, un grupo de jóvenes de la ciudad realiza la campaña "Un litro de leche por mes por Alta Gracia", por la cual juntan cientos de litros de leche que luego distribuyen en los merenderos de la ciudad. "Vamos a siete merenderos en todos los barrios. Hay semanas que no pueden abrir, hay otros que no están dando la merienda pero nosotros les seguimos llevando y las mujeres lo reparten a las familias proque muchas veces no les da para dar la leche", cuenta Florencia Quiroz. Además, destaca que reúnen entre 300 y 350 litros por campaña.
Con la llegada del invierno, la copa de leche cobra importancia para los niños y los esfuerzos se multiplican para que no les falte.
Fuente: Sumario en red
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