Una costumbre que muchos disfrutamos en familia. Todos los 8 de diciembre, el Día de la Inmaculada Concepción de María, armamos el arbolito y decoramos la casa para recibir la Navidad. Y así queda hasta el 6 de enero, el Día de Reyes, cuando todo "vuelve a la normalidad".
Pero, ¿alguna vez te preguntaste qué significa esta tradición y cuál es su origen? Lejos del costado comercial que se le imprime a estas fechas, en sus inicios esta costumbre estuvo solo ligada a la religión, a la esperanza y a la bonanza.
“En las próximas semanas el árbol de Navidad será motivo de alegría […] Su forma en punta, su color verde y las luces de sus ramas son símbolos de vida. Además, nos remiten al misterio de la Nochebuena. Cristo, el Hijo de Dios, trae al mundo oscuro, frío y no redimido, al que viene a nacer, una nueva esperanza y un nuevo esplendor. Si el hombre se deja tocar e iluminar por el esplendor de la verdad viva que es Cristo, experimentará una paz interior en su corazón y será constructor de paz en una sociedad que tiene mucha nostalgia de reconciliación y redención” (Benedicto XVI, Audiencia, 12 de diciembre de 2008).
Desde hace siglos
En la antigüedad, los germanos estaban convencidos de que tanto la Tierra como los Astros pendían de un árbol gigantesco, el Divino Idrasil o Árbol del Universo, cuyas raíces estaban en el infierno y su copa, en el cielo. Ellos, para celebrar el solsticio de invierno –que se da en esta época en el Hemisferio Norte-, decoraban un roble con antorchas y bailaban a su alrededor.
Alrededor del año 740, San Bonifacio –el evangelizador de Alemania e Inglaterra- derribó ese roble que representaba al Dios Odín y lo reemplazó por un pino, el símbolo del amor eterno de Dios. Este árbol fue adornado con manzanas (que para los cristianos representan las tentaciones) y velas (que simbolizaban la luz del mundo y la gracia divina). Al ser una especie perenne, el pino es el símbolo de la vida eterna. Además, su forma de triángulo representa a la Santísima Trinidad.
En la Edad Media, esta costumbre se expandió en todo el viejo mundo y, luego de la conquista, llegó a América.
El primer árbol de Navidad, decorado tal como lo conocemos en la actualidad, se vio en Alemania en 1605 y se utilizó para ambientar la festividad en una época de extremo frío. A partir de ese momento, comenzó su difusión: a España llegó en 1870, a Finlandia en 1800, y en el Castillo de Windsor –en Inglaterra- se vio por primera vez en 1841, de la mano del Príncipe Alberto, el esposo de la Reina Victoria.
Desde hace 200 años en Argentina se arma el árbol de navidad. El primero en el país se armó en 1807 por un irlandés que decoró un pino en una plaza pública, para recrear las costumbres de su país.
En países nórdicos las esferas son sustituidas por ángeles y duendes; en Japón, el árbol lleva en sus ramas muñecas, adornos de papel, abanicos y sonajeros y en China se utilizan naranjos.
¿Qué significa cada adorno?
Todo fue cambiando con el paso de los años y aquellas manzanas y velas del comienzo, hoy se convirtieron en las tradicionales esferas y las guirnaldas con luces de colores. Esto es lo que no puede faltar en tu árbol.
-Las “bolitas”: Representan los Dones que Dios les da a los hombres. Las de color azul simbolizan el arrepentimiento; las rojas, las peticiones; las doradas, albanzas; y las plateadas, agradecimiento.
-La estrella: Es habitual ponerla en la punta. Ésta representa la fe que guía nuestra vida.
-Cintas y moños: Simbolizan la unión familiar y la presencia de nuestras personas queridas alrededor de todos estos dones.
-Angelitos: Son los mensajeros entre nosotros y el cielo y son los encargados de protegernos, por eso no pueden faltar en tu árbol.
-Las luces: No importa el color o si se prenden y se apagan. Ellas tienen un sentido, y es el de iluminar nuestro camino en la fe.
Los elementos
-Una bolsita de arroz: para la abundancia.
-Una casita: para tener techo y protección.
-Dos pececitos: símbolo Bíblico para que no falte el alimento.
-Dinero: para que no falte.
-Un sol: para fortalecer nuestra energía vital.
-Un corazón: para el amor.
-Siete monedas de chocolate: que se comerán a las 00:00 hs del 25, para llamar a la
abundancia.
-Dos cabezas de ajo: para la salud y ahuyentar la “mala onda”.
-Una llave vieja: que cierra el año que se va y abre nuevas puertas el que viene.
-Dos anillos: como símbolo de unión y el compromiso.
-Una frase: "Señor, abro mi mente y mi corazón para construir un mundo accesible para todos tus hijos"
Y lo más importante: más allá del tamaño del arbolito o de los adornos que tengas, es celebrar en familia, con amor, fe y esperanza.
Deportados AG
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